En la suave cima del monte Táber de casi 17 metros de desnivel (lo que hoy en día es Pl. St. Jaume) se sitúa el epicentro de Barcino y su foro. Su cumbre está señalada en la calle Paradís,en el suelo,justo delante de la entrada de la sede del Centro excursionista de Cataluña. Dentro de este edificio,encajadas en un patio de luces,se encuentran las columnas del templo de Augusto.
Se considera que la fundación de Barcino por el emperador Augusto fue alrededor del año 10 a. C.(quince años antes ya se había fundado Bétulo al otro lado del Besós). Fue una ciudad pequeña,de unas 10 hectáreas,cerrada por una muralla. Su planta irregular,formando un rectángulo con los ángulos cortados,se debió simplemente a la necesidad de adaptarse a la topografía del terreno. La ciudad quedaba mucho más cerca del mar que ahora,desde la Puerta del Mar hasta el Mare Nostrum habían unos escasos 150 metros. Fuera de las murallas,en el «suburbium»,se encontraban los espacios de producción,como talleres de cerámica,metalurgia y también estructuras de hábitat,como las «villae» y las «domus suburbanas». A ambos lados de la Puerta del Mar habían dos conjuntos termales destinados,seguramente,a hombres y mujeres por separado.
El máximo esplendor de Barcino se dio durante el siglo II d. C.,con el máximo de población censada. Un personaje que destacó sobre todos los demás en esta época fue Lucio Minicio Natal Quadroni Ver,quien junto a su padre mandó construir las termas de la ciudad.
Se formó un sistema de gobierno,se crearon templos,acueductos y termas.
Por el valor de los restos arqueológicos(tamaño del templo,abundancia de esculturas,mosaicos,ánforas,etc)se ha podido deducir que los habitantes gozaron de un buen nivel de vida. Por tanto,es imaginable la importancia que llegó a tener esta pequeña ciudad.
Se atribuye,por decirlo de alguna manera,la colocación de la primera piedra de Barcino a Lucius Licinius Secundus,servir augustal de Tarraco(Colonia Iulia Urbs Triumphalis Tarraco),de Barcino y de Bétulo.
Durante siglos se ha hablado de Barcino como una simple colonia romana que pasó sin pena ni gloria. Desde hace ya unos años y gracias a la creación del Pla Barcino,se han podido acumular muchos más datos y conocimientos sobre Barcino y se han empezado a replantear algunas cosas.
Se debate sobre el templo y el foro. Se duda de la exactitud de los planos de Barcino. Complicado intervenir y excavar,el epicentro de la ciudad romana estaría a varios metros bajo la Pl. St. Jaume. Actualmente y dentro del Pla Barcino están previstas una serie de intervenciones con georadares y excavaciones controladas,aunque todavía no tienen fecha de inicio.
Desde su fundación,habían barrios planificados fuera de las murallas y un suburbio portuario potente. Se descarta el acueducto de Collserola(las aguas que entraban en Barcino a través de sus dos acueductos provenían de fuentes cercanas al Besós).
Se empieza a redescubrir el papel clave del área de Sants Just i Pastor,se descubre el desmesurado tamaño de las viviendas y equipamientos del interior de las murallas,la extensa y lujosísima villa de La Sagrera. Sin viviendas humildes dentro de las murallas,con tres termas públicas y termas privadas en muchas «domus». Una ciudad muy pequeña en metros cuadrados pero muy potente,que nace para controlar el territorio,lo que viene del interior,del mar y la producción de vino;una ciudad de ricos. Un territorio que llegaría hasta los asentamientos agrarios del Llobregat y el Besós.
Y como los grandes enigmas traen sus propias leyendas,existen ciertas hipótesis sobre un anfiteatro todavía no localizado bajo la basílica de Sta. María del Mar. También forma parte del Pla Barcino intentar localizar restos que ya no dejen ninguna duda sobre la existencia del anfiteatro de Barcino.
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