Una pequeña obertura vertical en un antiguo portal de la calle del Arc de St. Ramón del Call llamaría la atención de un observador lo suficientemente perspicaz como para fijarse. Se encuentra en el edificio que actualmente contiene el Centre d’Interpretació del Call,la antigua e importante judería de Barcelona,que se encontraba en la zona actualmente delimitada por las calles Banys Nous,St. Sever,Bisbe y del Call.
Esta obertura es característica de los hogares judíos. Sirve para introducir,en la parte derecha del marco de la puerta,un objeto alargado llamado mezuzá que contiene un pergamino enrollado con versículos de la Torá.
Se sabe que en esta casa,datada en el siglo XIV,vivió el juez barcelonés Jucef Bonhiac,que era tejedor de velos. Este vestigio es de los menos conocidos del Call de Barcelona,donde,aparte del centro de interpretación,puede visitarse la que se considera que fue la sinagoga mayor,en la calle Marlet,y contemplar una placa escrita en hebreo en esta misma vía.
El Call barcelonés vivió su momento más trágico en el año 1391,en que fue asaltado y muchos de sus habitantes,asesinados. Otros fueron obligados a convertirse al cristianismo y el resto se dispersaron. Los judíos fueron definitivamente expulsados en el año 1492 por los Reyes Católicos.
A pesar de que se intentó borrar toda huella hebrea en Barcelona,algunos vestigios han conseguido sobrevivir,y no solo en el antiguo recinto,al lado de la Generalitat. Algunos de estos restos tan sorprendentes pueden contemplarse en los muros del Palau del Lloctinent,entre la catedral y la plaza del Rei. Edificado a mediados del siglo XVI,uno de los materiales que se utilizaron para construirlo fueron las piedras del antiguo cementerio judío que se encontraba en Montjuic,de donde procede el nombre de la montaña (monte de los judíos).
Así,algunas de las piedras que forman las fachadas de la plaza del Rei y de la plaza St. Iu,delante de la puerta de la catedral del mismo nombre,contienen inscripciones hebreas que formaban parte de antiguos enterramientos.