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Vallvidrera es conocida,entre otras cosas,porque da nombre a los túneles que permiten cruzar Collserola en siete minutos. Se trata de una infraestructura inaugurada en el año 1991 que comunica Barcelona con la comarca del Vallès.

Pero hay otro túnel de Vallvidrera,mucho más modesto que el anterior pero con mucha más historia. Se trata de una galería de poco más de un kilómetro de largo excavada en el año 1856 con el propósito inicial de llevar agua desde el pantano de Vallvidrera hasta Sarrià,pero que también sirvió a principios del siglo XX para que circulase un pequeño tren que para algunos historiadores es considerado el primer metro de Barcelona.

La entrada al túnel se encuentra entre la estación Baixador de Vallvidrera (FFCC) y el pantano. La salida,a unos cien metros de la estación Peu del Funicular (FFCC). En el año 1908 se dejó de utilizar para el suministro de agua y pasó a tener un uso exclusivamente ferroviario. Fue idea del ingeniero Carlos Montañés,que proyectó un pequeño tren eléctrico bautizado como Mina-Grott. Su objetivo era llevar pasajeros desde Barcelona hasta el que fue conocido como Lake Valley,un proyecto lúdico fallido vinculado al pantano que no prosperó por la competencia del parque de atracciones del Tibidabo.

Podía transportar hasta 36 pasajeros que,por 35 céntimos,cruzaban el túnel en seis minutos. El fracaso del Lake Valley supuso también el final del Mina-Grott,que dejó de funcionar en el año 1916. Aunque solo se trataba de un minitren,fue el primer ferrocarril eléctrico urbano del país,un pionero del metro moderno.

Posteriormente fue utilizado para el transporte de materiales durante la construcción de la línea de Ferrocarrils y,acabada la Guerra Civil,se convirtió en almacén de municiones. Después de décadas de abandono,hace unos años la sociedad de aguas SOREA,que lo utiliza para el suministro de aguas a St. Cugat,lo recuperó. A su vez,el Ayuntamiento de Barcelona recuperó en el 2004 el pantano de Vallvidrera,después de medio siglo de abandono,así como la presa,obra del arquitecto Elies Rogent.

Para entrar al túnel es necesaria la autorización de la empresa SOREA y es necesario hacerlo con un detector de gases. Una vez en su interior pueden verse las señales de la excavación del túnel en la misma roca y los refuerzos con bóvedas de ladrillo (bóveda catalana) en algunos tramos. Todo un paseo por la historia del suministro de aguas y el transporte de viajeros.