El anuncio impacta a aquel que no frecuenta la barriada del Coll. «Servicio público auto-òmnibus Vallcarca-Coll»,se puede leer en el cartel pintado a mano encima de un toldo azul en el que hay escrito «restaurant». Y es que a la izquierda,otro rótulo pintado a mano que sigue la estética del primero anuncia el establecimiento de comidas Mala Hierba,hasta hace unos años conocido como Casa Fausto.
Tan solo con hurgar un poco en la historia se descubre que,donde ahora hay un restaurante,a principios del siglo XX se encontraba el inicio de la línea de ómnibus que comunicaba el barrio del Coll con la plaza Lesseps y,por lo tanto,con el resto de Barcelona.

Este servicio de transporte público entró en funcionamiento el 12 de septiembre de 1925,dos años después de inaugurar el viaducto de Vallcarca,que se hizo esperar pero que finalmente puso fin al aislamiento del barrio del Coll. La línea iba desde el actual restaurante,en la confluencia de las calles Funoses-Llussà y Mare de Déu del Coll,hasta la plaza Lesseps,donde los viajeros podían enlazar con el metro y el tranvía. Viajar en aquel ómnibus costaba 30 céntimos de peseta; 15 si no se hacía el trayecto completo. Dos vehículos con capacidad para 20 pasajeros cubrían el servicio.
En 1946,el restaurante Casa Fausto sustituyó la cochera del ómnibus,que había suspendido el servicio en 1938,en plena Guerra Civil. Fue en 2005,durante unas obras en el edificio,cuando se descubrieron los restos del rótulo del servicio de ómnibus. Los propietarios del local decidieron recuperar el anuncio con la ayuda de un vecino diestro en el arte de la pintura. Todavía hay antiguas fotografías en las que se puede apreciar el cartel original y como eran los vehículos que cubrían la línea. Entre las dos entradas del restaurante hay una puerta estrecha que era el acceso a la sala de espera de los pasajeros. El rótulo también se recuperó.
Hoy Casa Fausto se llama Mala Hierba,aunque los actuales responsables del local siguen rindiendo homenaje a su predecesor y a la histórica línea que durante una década comunicó a los vecinos del Coll con el resto del que hoy es el distrito de Gràcia.

