EL PRIMER YOGUR DANONE

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En 1912,el gobierno de Alfonso XIII envió a los Balcanes al crucero acorazado Princesa de Asturias con el objetivo de repatriar a cientos de sefardíes protegidos por el consulado español en Salónica. La que entonces era la segunda ciudad más importante del Imperio otomano contaba con 170.000 habitantes de los que más de la mitad eran judíos,en su mayoría sefardíes de ascencencia española. Sin embargo,el navío de la armada recaló en Constantinopla donde aprovechó la delegación diplomática española en la capital turca para embarcarse en él y regresar a España sin un solo sefardí.

Uno de los sefardíes que estaba previsto que embarcase en el Princesa de Asturias era Isaac Carasso Nehama,acomodado comerciante e importador de aceite y frutos secos de Salónica que pasaba por médico en algunos ambientes de la ciudad por sus conocimientos sobre el jaurt búlgaro,yogur con propiedades medicinales que,en opinión de científicos de la época,entre ellos Ilya Metchnikoff,premio Nobel de medicina,también judío,alargaba la vida. Carasso había conocido al Nobel en París cuando Metchnikoff era director del Instituto Pasteur.

Carasso había descubierto las propiedades del jaurt en sus viajes a regiones aisladas del norte de Bulgaria. Las crueles guerras balcánicas (antes,la guerra italo-turca) le aconsejaron dejar su tierra adoptiva,Salónica,y regresar a su tierra natal,Sefarad (España) y de ahí su interés por embarcarse en el acorazado español. Como no pudo ser,abandonó Salónica días después del asesinato,en el Paseo Marítimo de la ciudad,del Rey Jorge de Grecia,que días antes había entrado triunfante,montado a caballo,con su ejército. Salónica volvía a ser griega,pero los sefardíes temían que los nuevos dueños de la ciudad les privaran de sus privilegios.

Isaac Carasso,con su mujer,Esther,y sus hijos Daniel,Flor y Juana,inició un largo viaje por ferrocarril. La I Guerra Mundial le sorprendió en Suiza,que había movilizado un ejército de 200.000 hombres,bien pertrechados,para defender su neutralidad. En Lausana,inició,en plan experimental,la producción del jaurt que le enseñaron a elaborar los pastores búlgaros. Pero,convencido de que el final de su viaje debía ser España,no dudó en cruzar Francia,a pesar de la guerra,y llegar a Barcelona,donde se alojó con su familia en un piso del Raval (concretamente,en el Carrer dels Àngels). Allí,en una habitación,instaló un laboratorio artesanal donde vio la luz el primer Danone del mundo. Carasso se las arregló para que los médicos respaldaran su producto,que él consideraba un «elixir de la eternidad». Quien más le ayudó fue el investigador Ferran y Clúa,a quien en Europa denominaban «el Pasteur español». Así empezó a distribuir su producto,en artísticos envases de porcelana,en las farmacias de Barcelona,gracias a la ayuda que le prestaron los carteros de la ciudad.

Así,en 1919,empezó la aventura del yogur Danone (cuyo nombre fue inspirado por su hijo Daniel).

En la foto Isaac Carasso junto a su sobrino Mario Botton,degustando el invento en la azotea de su casa en el Carrer dels Àngels.

FUENTE: J.Pardo(ampliación Internet).

Foto:Internet.